| EXPOSICIÓN |

Las llaves del conocimiento

Esta exposición bibliográfica ofrece una selección muy escueta de gramáticas y diccionarios pertenecientes a los fondos de la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca. Estos libros fueron instrumentos fundamentales para el aprendizaje de las lenguas clásicas y orientales entre el final de la Edad Media y el surgimiento y desarrollo del Humanismo.

Las lenguas clásicas y orientales –el latín, el griego, el hebreo, el arameo, el árabe–, aun cuando cada una posee un estatuto distinto dentro del conocimiento y la enseñanza, tienen en común ser el vehículo de obras esenciales de la ciencia, la literatura y la religión, que han configurado nuestra cultura europea occidental. Precisamente en la península ibérica se percibe especialmente el resultado de esta confluencia enriquecedora.

La exposición nos muestra el papel esencial que en este proceso desempeñó la Universidad de Salamanca: no solo estaba pertrechada abundantemente con las obras fundamentales que se utilizaban en la enseñanza de estas lenguas, sino que los libros testimonian con sus comentarios y notas el estudio atento que merecieron por parte de sus usuarios, entre los que figuran ilustres profesores de la casa. De hecho, estos –algunos de tanto renombre como Antonio de Nebrija o Francisco Sánchez de las Brozas, el Brocense – emprendieron también la elaboración de sus propias obras. Es tarea de la Universidad, que celebra sus 800 años de vida, reconocer la labor de los que contribuyeron a su fama y a su longevidad.

 

¿Por qué gramáticas y diccionarios?

Hoy en día se sigue recurriendo a gramáticas y diccionarios en la enseñanza de cualquier lengua. En efecto, constituyen las herramientas fundamentales de este aprendizaje, aunque, por supuesto, haya otros: textos literarios (algunos tan fundamentales como la Biblia), comentarios y hasta libros de viajes. Pero la relevancia de aquellos no procede únicamente de su carácter instrumental: tanto la gramática como la lexicografía son producto de la reflexión intelectual sobre algo que es tan consustancial a la naturaleza humana como el lenguaje.

Quizá la mejor respuesta es la imagen del cartel de la exposición, que se ha tomado de la obra de Gregorius Reisch Margarita philosophica noua (“La nueva perla de la filosofía”) (Estrasburgo 1515, BG/54301): Nicóstrata, a la que se atribuye la invención del alfabeto latino, encarna a la Gramática; esta, con una tablilla en la que está escrito el alfabeto, conduce a su alumno a una torre cuya puerta abre con la llave de la congruitas (concepto central de la sintaxis medieval). En la planta baja de este edificio Donato está enseñando a los principiantes, en el piso siguiente Prisciano se dirige a alumnos más avanzados; en los niveles superiores, a los que solo se accede tras recibir los conocimientos gramaticales, otras Artes liberales están representadas por figuras señaladas: la lógica, encarnada en Aristóteles; la retórica y la poesía, cuyo maestro es Cicerón; la aritmética representada por Boecio, la música por Pitágoras, la geometría por Euclides. En un nivel más elevado, Platón preside la filosofía física y Séneca la filosofía moral. Y en lo más alto Pedro Lombardo, teólogo del siglo XII en cuya obra se fundamenta la teología medieval, representa la teología y la metafísica.

La selección de los libros

Esta es solo una pequeña muestra de los abundantes fondos que posee la Biblioteca General Histórica de la Universidad. La selección ha sido, por tanto, difícil y, sin duda, discutible. En esta tarea se han manejado diferentes criterios: la relevancia en las disciplinas implicadas, la atención al libro material y a su historia, la presencia representativa de los grandes autores, el papel de la Universidad de Salamanca en la enseñanza de estas lenguas y, también –¿por qué no?– la belleza de algunos de los ejemplares. En cualquier caso, la intención ha sido mostrar al gran público un territorio ignorado que constituye el fundamento del conocimiento.

 


Bibl.: Alexander, 1999; Amsler, 2000; Bataillon, 1935, 1966; Bécares, 2004; Bobzin, 2000; Bonner, 1984; Burnett, 2012; Carrete, 1983; Codoñer, 2004; Colombat, 2000; Contini, 1994; Förstel, 2000; Fück, 1955; García-Jalón, 1998; Gil, 1981; Grondeux, 2000; Hamilton, 2017; Jones, 1988; Kessler-Mesguich, 2000a; Law, 2003; López-Baralt – Iversen, 2006; Marrou, 1979; Martínez de Castilla, 2017; Matthews, 1994; Murphy, 2000; Owens, 1988; Pfeiffer, 1981; Reynolds – Wilson, 1986; Robins, 1993; Schniedewind, 2013; Staalduine-Sulman, 2017; Tavoni, 2000a, 2000b; Vázquez, 2012; Versteegh, 2018; Wilkinson, 2019; Wilson 1994 (=1983); Wright 2000.