Para Alfonso o Alonso de Zamora (ca. 1476-ca. 1545) carecemos tanto del lugar de nacimiento como de defunción. De origen judío, probablemente se formó en hebreo y arameo en la academia talmúdica de Zamora, que gozaba de una excelente reputación, antes de convertirse al cristianismo. Se trasladó a Salamanca, donde opositó sin éxito a la Cátedra trilingüe de Salamanca, aunque llegó a impartir docencia en la Universidad. Atraído por el cardenal Cisneros se traslada a la Cátedra de hebreo de la recientemente fundada Universidad de Alcalá, desde donde colabora de manera decisiva en las columnas hebrea y aramea de la Políglota Complutense junto con el que sería catedrático de la Trilingüe en Salamanca, Pablo Nuñez Coronel (ca. 1480 – 1534), también hebraísta converso. La labor como semitista de Alfonso de Zamora no sólo abarca la edición y traducción de textos o la composición de obras propias, sino que fue un hábil copista al que hoy se le reconoce una veintena de manuscritos conservados (cf. Libro de las Raíces), aunque debió de trabajar, bien restituyendo el texto perdido o dañado, bien añadiendo comentarios en al menos diez más.
Las Introductiones artis grammatice Hebraice nunc recenter edite de 1526 son la segunda edición del esbozo gramatical que el mismo autor preparó para el sexto volumen de la Políglota Complutense. Si bien no hay referencia explícita a ningún autor en la primera edición de 1515, por el testimonio del propio Zamora hemos de suponer que no hubo otros colaboradores directos. Esta segunda edición ha sido corregida y muy ampliada respecto a la primera, de la que el autor excusa las faltas alegando haberla hecha con estrechez de tiempo (fol. A2r).
Como se asegura en el prólogo, la intención de las Introductiones pasa por suplir las necesidades que el De rudimentis Hebraicis (1506) de J. Reuchlin no cubría. Al igual que Reuchlin, Alfonso de Zamora divide en tres libros su gramática, si bien la distribución de los contenidos dista mucho de ser parecida. El libro primero se ciñe a lo que hoy designaríamos como ortografía y fonética (consonantes, vocales y acentos del texto bíblico). Incluye el primer libro la traducción al hebreo del Padrenuestro y del Avemaría, con el texto latino interlinear, y la interpretación simbólica de cada letra del alefato, siguiendo la línea de otras célebres interpretaciones como la Jerónimo en su Epístola a Paula (Jer. Ep. 30). En el segundo y tercer libro aborda la morfología hebrea regular e irregular respectivamente. Divide las palabras hebreas en שֵׁם šem o nomen (nombres, adjetivos, pronombres y participios), פֹעַל poʕal o verbum y מִלָּה milah o dictio (preposiciones, adverbios, interjecciones y conjunciones). Sin embargo, Zamora despliega por debajo de esa clasificación tripartita propia de la tradición gramatical hebrea todas las partes de la oración bien establecidas por la tradición gramatical grecolatina y, de hecho, sanciona esta triple división apoyándose en la recepción medieval de Aristóteles. La explicación de la morfología hebrea pasa siempre por paralelos o equivalencias con la latina con la intención de facilitar su comprensión a quien se inicie en el hebreo.
La edición se completa con varias obras léxicas de Alfonso de Zamora y su Tractatus de vera Ortographia Hebraica. Se encuentran reunidos también algunos textos bilingües latino-hebreos como el Symbolum Apostolorum o una Epistola ad infideles Hebraeos del propio autor.
El plan general del volumen pasa por un desarrollo gramatical claro, un compendio léxico y unos textos con traducción en los que poder iniciar el estudio del hebreo. La intención preeminentemente didáctica y escasamente académica explica la ausencia de referencias a otros autores y la falta de discusión técnica, o el particular interés en encajar la lengua hebrea en las categorías de la gramática latina, haciéndola más accesible a un lector cristiano. Sin embargo, no pudo competir con otras obras del mismo estilo, como la de Sante Pagnino, publicada el mismo año, ya que parece haber sido relegada por sus coetáneos y sucesores, que apenas la citaron.
Bibl.: Alonso, 2009; Carrete, 1983; Díez, 1989; García Casar, 2018a; García-Jalón, 1996a, 1998; Herrera, 1998; Muñoz, 2018; Prado, 2016; Sáenz-Badillos, 1975.