|GRAMÁTICAS HEBREAS|

Johann REUCHLIN (1455-1522)

De rudimentis Hebraicis
Pforzheim: Thomas Anshelm, 1506

BG/136824

 

Johann Reuchlin nació en Pforzheim en 1455. Habiendo logrado cierta fama como latinista pudo viajar por los principales centros de estudio de Francia e Italia, formándose también en griego a la par que se volcaba en el estudio del derecho civil, prácticamente ausente de las universidades alemanas de la época. Será precisamente en Italia donde aumentará sus conocimientos de hebreo gracias a Obdías Sforno, quien probablemente también fuera maestro de Teseo Ambrogio, y se acrecentará su interés en la cábala gracias al contacto con Pico della Mirandola; ambos autores son considerados fundadores de la “cábala cristiana” propiamente dicha, esto es, un uso activo, creativo, de los fundamentos y métodos de la cábala para la exégesis e interpretación cristiana y no un mero instrumento de polémica antijudía, tal y como había sido utilizada previamente por algunos autores cristianos. Reuchlin fue uno de los principales humanistas alemanes de su tiempo y aunque siempre permaneció en el catolicismo su influencia en la Reforma fue notable, no solo por ser tío abuelo de Ph. Melanchthon sino por el inmediato impacto de sus obras y así, por ejemplo, estos Rudimenta Hebraica fueron usados por Lutero. Prueba de su relevancia es la participación en diferentes polémicas; especialmente significativa fue la que lo enfrentó como especialista en leyes a la orden de requisar todos los libros de contenido judío, lo cual le acabaría por enfrentar a un tribunal inquisitorial. Los últimos años de su vida los pasó dando clases en Tübingen y acabó siendo ordenado sacerdote poco antes de morir en Stuttgart en 1522.

En 1506 ve la luz De rudimentis Hebraicis cuya importancia como hito cultural excede sus aciertos o errores como obra gramatical, siendo esta obra la primera gramática hebrea de envergadura impresa por un cristiano, si bien es cierto que Aldo Manuzio y Conrad Pellican habían publicado ya pequeños esbozos gramaticales. Conviene entender esta obra dentro del horizonte de la cábala cristiana, como una ayuda en la iniciación al estudio del hebreo. Los Rudimenta Hebraica consisten en tres libros. El primero comienza con una breve descripción del alefato y las vocales; esta sección inicial (pp. 5-31) concluye con la genealogía de María desde Adam, con los nombres en hebreo y transcripción latina y un comentario ortográfico y fonético a cada uno de ellos, como se aprecia en la imagen. El resto del libro primero y todo el segundo constituye un léxico hebreo-latino, con referencia al versículo en que aparece la palabra. El libro tercero contiene un tratado gramatical que comienza por la división en las tres partes de la oración (שֵם o nomen, פָעַל o verbum y מִלָּה o consignificatiuum) que describe la tradición lingüística semítica, si bien desglosa cada una de ellas en las categorías de la gramática clásica. Esto será un recurso frecuente y en los apartados siguientes, dedicados al desarrollo de la morfología nominal y verbal, serán habituales los paralelos con el griego y el latín, por ejemplo mostrando las construcciones preposicionales equivalentes al sistema casual latino. Se aprecia en esta obra el deseo del autor de fundir la tradición hebrea con la latina de Donato y Prisciano, a quienes cita regularmente. En su conjunto los Rudimenta Hebraica son una herramienta útil como introducción integral al hebreo, tanto a su gramática como a su léxico, lo que evidencia la preocupación pedagógica de Reuchlin. Unos años después, en 1518, completaría su proyecto con el De accentibus et orthographia linguae Hebraicae, una obra pionera dentro de la Europa cristiana en la que no sólo se recogen acentos gramaticales, sino también musicales, propios de la cantilación sinagogal, a los que acompaña de partituras.

Aunque Reuchlin reunió en sus viajes varios tratados lexicográficos y gramaticales hebreos y no depende exclusivamente de la obra de David Qimḥí, la influencia del סֵפֶר הַמִּכְלוֹל Sefer ha-Miḵlol es palpable incluso en la estructura, ya que el Miḵlol de Qimḥí se dividía también en una parte gramatical y otra léxica que acabó desgajándose como el סֵפֶר הַשֳּׁרָשִׁים Sefer ha-Šorašim. Precisamente por tener como fuente fundamental a los autores judíos medievales, los Rudimenta quedaron algo desfasados cuando Elías Levita dio a conocer su depuración de la doctrina de Quimḥí, de tal modo que en la segunda edición del De rudimentis Hebraicis, preparada por Sebastian Münster en 1537, se advierte que el texto ha sido corregido de acuerdo con las innovaciones de Elías Levita.

Reuchlin corrió con todos los gastos de la impresión de sus Rudimenta, decisión que desembocó en una grave crisis financiera para el autor. Pese a poner por primera vez al alcance de los lectores de latín la mejor síntesis de la gramática hebrea medieval y acabar convirtiéndose en una obra popular entre los interesados en el estudio del hebreo, de la tirada de 1500 ejemplares la mitad quedaba todavía sin vender en 1510, lo que da una idea bastante aproximada del escaso interés que el hebreo despertaba a comienzos del siglo XVI.

 


Bibl.: Burnett, 2012; Campanini, 2016; García-Jalón, 1996a, 1998; Geiger, 1871; Greive, 1978; Kessler-Mesguich, 2000a, 2008; O’Callaghan, 2013; Secret, 1964.