|DICCIONARIOS HEBREOS|

David QIMHÍ (ca. 1160-ca. 1235)

Sefer ha-Šorašim [=Libro de las Raíces]
Manuscrito copiado en papel por Alfonso de Zamora en 1516

BG/Ms. 6

 

David Qimḥí nació alrededor del 1160 en Narbona (Francia) en una familia judía de eruditos. Su padre, Yosef Qimḥí fue un rabino y comentarista bíblico en los que partía de una comprensión literal del texto, muy apegada al análisis gramatical. Muerto su padre cuando David era todavía un niño, quedó al cuidado de Mošé Qimḥí, su hermano mayor, también exegeta y gramático; las doctrinas de su hermano fueron una gran influencia en la obra de David Qimḥí, que escribió también comentarios a los libros bíblicos además de obras lingüísticas. En los últimos años de su vida tomó decididamente partido por Maimónides en la polémica que provocó la prohibición de sus obras por Salomón ben Abraham de Montpellier. La defensa del filósofo cordobés lo llevó a viajar a los reinos de Aragón y Castilla para tratar de obtener el apoyo de sus comunidades judías.

La gran obra lingüística de David Qimḥí es el סֵפֶר הַמִּכְלוֹל Sefer ha-Miḵlol o ‘Libro completo’, dividido en tres libros. El primero consiste en un gramática, el Sefer ha-Diqduq mientras que los otros dos son ocupados por el סֵפֶר הַשֳּׁרָשִׁים Sefer ha-Šorašim o ‘Libros de las raíces’, un diccionario de hebreo que pronto se separaría del resto de la obra y tendría su propia línea de transmisión; de hecho, a menudo por Sefer ha-Miḵlol se entiende no la obra completa sino sólo la primera parte, la gramatical, el Sefer ha-Diqduq.

Qimḥí debió de completar el diccionario en torno al 1210 en Narbona y pronto sustituyó a todas las obras léxicas anteriores. El léxico de Qimḥí no es original sino que, como en el resto de su obra, su principal virtud consiste en compendiar los saberes de su época y presentarlos de una manera más accesible, con una intención pedagógica expresa. En comparación con otros autores, Qimḥí prefiere agrupar la mayor parte de palabras relacionadas bajo un mismo lema, buscando un significado unitario que conecte todas las palabras de la familia léxica.

Si el Sefer ha-Šorašim monopolizó la lexicografía judía, no fue menor su impacto en el hebraísmo cristiano. Desde que J. Reuchlin sancionó su uso dentro de sus Rudimenta Hebraica la mayoría de los diccionarios producidos en la Europa humanista dependen en mayor o menor medida del compilado por Qimḥí, incluido el Thesaurus linguae sanctae de S. Pagnino y la extensa obra lexicográfica de S. Münster; particularmente exitosa fue la edición preparada por Elías Levita que apareció en Venecia en 1529.

Este ejemplar del Sefer ha-Šorašim forma parte de un manuscrito que, como recoge el colofón, terminó de copiar en 1516 Alfonso de Zamora. Precede al Sefer ha-Šorašim la primera parte del Sefer ha-Miḵlol, el Sefer ha-Diqduq, esto es, la parte gramatical, aunque el texto está incompleto por el principio. Tras la obra de David Qimḥí copia Alfonso de Zamora מַהֲלַךְ שְׁבִילֵי הַדַּעַת Mahalaḵ šəbile ha-Daʕat de Mošé Qimḥí, procedente de la edición impresa que preparó Elías Levita. Incluye también el סֵפֶר הַמָּסוֹרֶת Sefer ha-Masoret de Meir ben Todros ha-Levi Abulafia (ca. 1170-1244).

 


Bibl.: Abate, 2016; Campanini, 2016; García-Jalón – Sáenz de Zaitegui, 2003; Gómez, 2018; Kogel, 2016; Lilao – Castrillo, 1997; Zwiep, 2000.