|GRAMÁTICAS HEBREAS|

Martín MARTÍNEZ DE CANTALAPIEDRA (1518-1579)

Institutiones in linguam sanctam
Salamanca: Matías Gast, 1571

BG/11273

 

Martín Martínez nace en Cantalapiedra (Salamanca) en 1518 y se traslada a Valladolid para comenzar sus estudios. En 1544 llega a Salamanca e inicia los estudios de Teología, prácticamente al mismo tiempo que comienza a enseñar hebreo, arameo y árabe en la Cátedra trilingüe, si bien no llegaría a ocuparla en propiedad hasta 1561, año en el que también obtiene el grado de Licenciado en Teología. Unos años más tarde publicó la que quizá sea su obra más importante, Libri decem Hypotyposeon theologicarum siue regularum ad intelligendum scripturas diuinas (1565), una introducción al estudio e interpretación de la Biblia que seguía una exégesis de tipo literal, apegada a la comprensión de los textos desde sus fuentes originales. Esta obra, en la que se entrelazan teología y filología, dio pie a una denuncia ante la Inquisición, más motivada por motivos personales que religiosos. A resultas de ello se le instruyó en 1571 un célebre proceso, en el que lo acompañaron como acusados sus colegas Luis de León y Gaspar de Grajal. Martínez de Cantalapiedra sería absuelto en 1577 pero reprendido y advertido de que no pusiese la autoridad del texto hebreo por encima del latino de la Vulgata. Tras ello se retiró a su villa natal, en la que falleció al cabo de unos años.

Las Institutiones in linguam sanctam ven la luz por primera vez en 1548 en París y una segunda vez, ya en Salamanca, en 1571, junto con los Chaldaicarum institutionum libri tres. El cambio en el lugar de impresión ha sido leído como un síntoma de la situación de los estudios de hebreo en España, que comenzaron a recuperarse durante el último tercio del siglo xvi, algo que parece desmentir la queja de Gonzalo Correas a comienzos del siglo XVII: había compuesto una gramática hebrea y no pudo encontrar en España un impresor con la tipografía adecuada para llevarla a cabo.

La dependencia del texto de las Institutiones de 1571 respecto de la primera edición es tal que en la lista de erratas aparecen errores ya presentes en la de 1548. En general el texto de la 1571 es el mismo y añade poco más allá de algunos ejemplos adicionales. Nuestro ejemplar esta profusamente anotado en la parte hebrea de la gramática –no así en la gramática aramea –, remitiendo continuamente a la doctrina de Alfonso de Zamora. Parece probable que esa mano corresponda al propio autor, que habría ido tomando notas para una tercera y frustrada edición.

Las Institutiones siguen una división en cuatro libros. Respetan formalmente la clasificación de las partes de la oración en שֵׁם šem o nomen, פֹעַל poʕal o verbum y מִלָּה milah o dictio, pero, como Alfonso de Zamora, desliza por debajo las divisiones de la tradición grecolatina. El primero introduce brevemente la ortografía y la fonética para dar cuenta después de la morfología nominal (nombres, adjetivos, pronombres). A la morfología del verbo regular dedica el segundo libro, mientras que a la de los irregulares consigna el tercero y el comienzo del cuarto; en el resto de la última sección se describe el uso de los pronombres afijados a las formas verbales y la מִלָּה milah (preposiciones, adverbios, interjecciones y conjunciones).

Las Institutiones in linguam sanctam de Martínez de Cantalapiedra no constituyen una obra muy original ni en su contenido, que sigue de cerca a David Qimḥí, ni en su planteamiento, pero sí resulta un ejercicio notable de síntesis y claridad expositiva, probablemente usado por el propio autor en su docencia de la Cátedra trilingüe.

 


Bibl.: García Casar, 2018b; García-Jalón, 1996a, García-Jalón, 1996b; López-Baralt – Iversen, 2006; Muñoz, 2012, 2016; Sáenz-Badillos, 1975.