Teodoro Gaza (Tesalónica, ca. 1400-Salerno, ca. 1475) llegó de Constantinopla a Italia antes de 1440. Aprendió latín muy rápidamente y pronto se hizo un nombre como profesor de griego y como traductor, tanto de obras griegas al latín –especialmente famosas son sus versiones de obras de Aristóteles– como del latín al griego. Participó en varias ediciones impresas ocupándose de las cuestiones filológicas. Vivió en distintas ciudades italianas manteniendo siempre contacto con el cardenal Bessarion: en Roma sirvió al papa Nicolás V y en Nápoles estuvo en la corte de Alfonso I de Aragón; a la muerte de este último se trasladó a Calabria.
Escribió su Grammatica introductiva probablemente cuando estuvo en Roma entre 1450 y 1455, aunque no hay acuerdo al respecto. Consta de cuatro libros de dificultad creciente. El primero presenta el alfabeto y la morfología griega en una versión más clara y simple que los manuales anteriores. El segundo aborda este mismo tema mucho más detalladamente. El tercero trata de la ortografía, la pronunciación y la prosodia. El cuarto comprende la sintaxis, donde utilizó los textos de Apolonio Díscolo, Miguel Sincelo (761-846) y Máximo Planudes (1260-1330).
Su innovación más notable es la reducción de las conjugaciones verbales de trece a cinco. La claridad de su esquema verbal supuso un gran avance pedagógico. La impresión general es que se trata de un método más avanzado que el de Crisoloras: la información se distribuye en parágrafos, no en un esquema de preguntas y respuestas; y, aunque no profundice demasiado, ofrece explicaciones teóricas de las clases y categorías que describe. A pesar de que muchos pensaban que era un texto demasiado difícil para los que se iniciaban en el estudio del griego –como advierte su primer editor, Valentinus Curio–, sin embargo Erasmo la consideró superior a la Gramática de Láscaris y contribuyó a su popularidad cuando tradujo los primeros libros al latín introduciendo mejoras notables. Entre los que estudiaron griego usando la gramática de Teodoro Gaza pudo estar Antonio de Nebrija (Introductiones; Dictionarium; De litteris Hebraicis), durante su estancia en Bolonia.
Este ejemplar pertenece a una reedición que publicó Hieronymus Curio (impresor que en este momento trabajaba en el taller de su padrastro, Johann Walder, en Basilea) de la que hizo su padre, Valentinus Curio, en 1529. A cada capítulo en griego le sigue su traducción correspondiente en latín, lo que facilita su manejo por parte de los estudiantes, que –recordemos– son italianos. Para los primeros libros el editor ha utilizado la traducción de Erasmo y para las dos últimos ha combinado las traducciones de Conrad Heresbach, Jacobus Tusanus y Richard Croke.
Bibl.: Bianca 1999; Botley 2010; Robins 1993.