Pastor reformado, Bonaventure Corneille Bertram nació en Thours en el año 1531 dentro una familia protestante. Como Le Fèvre de la Boderie, estudió en el Collège Royal donde fue alumno de Jean Mercier y Gilbert Génébrard. Entre sus trabajos como orientalista, además de esta gramática comparada, destacan la edición de la Políglota de Heidelberg (1586) y del Thesaurus de Pagnino con las notas de Mercier, así como la traducción al francés de la Biblia a partir de las fuentes originales. Fue profesor de lenguas orientales en la Universidad de Ginebra, recientemente fundada por Calvino, hasta que la cátedra fue suprimida, tras lo cual se trasladó a Frankethal y finalmente a Lausana, donde falleció en 1594.
Los contextos políglotas fueron frecuentes entre los hablantes nativos de lenguas semíticas y en particular entre los judíos que, conservando el hebreo como lengua sacra, experimentaron la transición del arameo al árabe como lengua vehicular en muchas regiones y por distintas causas, desde Oriente Medio hasta la península ibérica. Es normal que en ese marco surgieran dentro de la tradición gramatical hebrea y árabe tratados destinados a la comparación entre varias lenguas semíticas de los que cabe destacar los de Saadia Gaón (ss. IX – X), Yehudá ibn Qurayš (ss. IX – X) o Isḥaq ibn Barun (s. XII). Su recepción dentro del humanismo europeo no fue muy productiva y existen pocas obras que adoptasen un enfoque comparativista. Si bien es algo más frecuente la comparación entre diferentes estadios de una misma lengua, como en la gramática de J. Buxtorf, son escasas las que tratan varias lenguas, como el hebreo y el arameo; con todo, pueden señalarse como representantes de esa vertiente la Linguarum duodecim characteribus differentium introductio (1538) de G. Postel, la Introductio de Teseo Ambrogio o esta obra de Bertram.
La confección de la obra resulta llamativa. Compuesta more Hebraico, de derecha a izquierda, comienza, tras el prólogo y unos poemas preliminares, con el capítulo primero de la gramática hebrea, dedicada a las consonantes y su pronunciación. Tras él, otro capítulo primero, este dedicado al arameo, aborda el mismo tema. Ocurre esto de nuevo con los dos capítulos segundos, dedicados uno a las vocales hebreas y otro a las arameas. A partir del capítulo tercero la gramática trata de regularizar la distribución de las páginas y en las pares, a la derecha y con letra redonda, encontramos el texto de la gramática hebrea, mientras que en las impares, a la izquierda y en cursiva, se haya la parte aramea. El plan general de la obra se distribuye en siete tratados: el primero (pp. 1-36) trata de ortografía y fonética, incluidos los acentos, el segundo (pp. 36-47) de las partes de la oración, el tercero (pp. 46-90) aborda la morfología nominal mientras que los siguientes tratados, el cuarto (pp. 90-175) y el quinto (174-372), están dedicados respectivamente a la morfología de los verbos regulares e irregulares; tras ello, retoma la morfología nominal en el tratado sexto (pp. 372-427) en la idea de que es más fácil su explicación a partir del comportamiento de los patrones verbales irregulares, y concluye la obra en el tratado séptimo (pp. 426-440) con el tratamiento de los syncategoremata (partículas, adverbios, preposiciones…).
Son, pues, dos gramáticas independientes enfrentadas. En ocasiones la explicación de una de las lenguas se extiende mucho y ocupa el espacio reservado a la otra. Con ello se consigue no desaprovechar papel y mantener un tratamiento paralelo de los temas, tratando de ajustar los encabezamientos, aunque cada sección pueda ser más larga en una u otra lengua. Además del esfuerzo por confrontar el hebreo y el arameo ha de destacarse que, como señala el título de la obra, Bertram no descuida la variedad dentro del arameo y recoge las formas bíblicas, rabínicas y siriacas, como puede apreciarse en una de las imágenes.
De esta Comparatio grammaticae existen al menos dos emisiones del mismo año pero el modelo de Bertram tendría escasa continuidad. La Grammatica linguarum orientalium Hebraeorum, Chaldaeorum & Syrorum inter se collatarum (1628) de Lodewijk de Dieu, quizá la heredera más directa de la de Bertram, es también una gramática comparada pero en ella la contraposición entre las distintas lenguas se integra dentro de un mismo discurso.
Bibl.: Burnett, 2012; Colomiès, 1655; García-Jalón, 1998; Kessler-Mesguich, 2000a; Staalduine-Sulman, 2017.